Beijing apunta a Berlín como su socio estratégico mundial ante retirada de EEUU del liderazgo global
Xi Jinping propone a Angela Merkel trabajar juntos a favor del libre comercio.
- T+
- T-
"El carácter estratégico de las relaciones entre Alemania y China está ganando cada vez más importancia". Así definió el presidente chino, Xi Jinping, el impulso que han tomado los contactos diplomáticos entre ambas naciones en momentos en que el poder de Estados Unidos como potencia mundial se ha venido desvaneciendo bajo el gobierno de Donald Trump.
La retirada de Washington del liderazgo mundial, especialmente ad portas de la cumbre del G20, ha dejado el camino libre para que Alemania y China ocupen su lugar.
En una editorial que publicó el mandatario asiático en el diario conservador germano Die Welt –citando datos que demuestran que Beijing se convirtió en el mayor socio comercial de Berlín en 2016–, Xi pidió una colaboración más estrecha con Alemania, señalando a la canciller Angela Merkel como su aliada del libre comercio con miras a la cita de Hamburgo.
"Esperamos que el G20 siga manteniendo el objetivo de una economía mundial abierta", reflexionó el mandatario asiático. Alemania y China "deberían intensificar la cooperación con la implementación de la política china 'Un Cinturón, Una Ruta' (One Belt, One Road) y hacer contribuciones conjuntas a la seguridad, la estabilidad y la prosperidad de los países vecinos", escribió Xi horas antes del encuentro que ambos sostendrán hoy en Berlín.
"La cercanía entre China y Alemania ha ocurrido como consecuencia del episodio Trump", dijo Diego Ramiro Guelar, embajador de Argentina en China. "Los dos líderes más importantes del mundo para este momento son el presidente Xi y la canciller Merkel", apuntó.
Ambos jefes de Estado parecen decididos a conducir la diplomacia internacional tras el vacío dejado por Washington y, por ello, en los últimos meses han intensificado sus contactos diplomáticos. Desde enero, han sostenido repetidas reuniones en las que han expresado su abierta oposición a la agenda proteccionista de Trump. De esta manera, las dos naciones se han ido alineando cada vez más en ocupar el amplio espacio que está siendo dejado, al menos temporalmente, por EEUU.